Jazz Blues Jaialdia

Desde que la mezcla de ragtime y blues sincopados recibió la etiqueta de jazz en Nueva Orleans, al cambiar de siglo, este tipo de música ha tenido un desarrollo vertiginoso hasta dar lugar a las múltiples variantes que hoy en día conocemos.

Hace 100 años el jazz era solo una forma de música callejera que empezaba a florecer en Nueva Orleans. No se trataba de un fenómeno peculiar, pues casi todas las ciudades con puertos tenían entonces su propia música, aunque fue el jazz – y no el tango, la habanera, el fado o el flamenco – el que creció y evolucionó hasta convertirse en la base de la música popular en todo el mundo a través de un proceso significativo.
El jazz fue muy afortunado en su fecha y lugar de nacimiento, pues lo hizo con el nuevo siglo en un país destinado a convertirse en la gran potencia económica e industrial del mundo. Al mismo tiempo, la radio y las técnicas del sonido daban también sus primeros pasos.
Con todos estos ingredientes juntos queda claro que el jazz gozaba de una gran ventaja evolutiva sobre el resto de formas de música urbana. Esto le permitió convertirse en la primera forma de música popular que viajaba más allá de sus límites territoriales. Antes de que Thomas Edison descubriese una forma de grabar el sonido y de que Emilie Berliner inventase el disco para gramófono producido en masa, gran parte de la riqueza musical de diversas culturas había gozado de su máximo esplendor y había desaparecido sin dejar rastro.
Muchos pensarán que la primera grabación de la Original Dixieland Jazz Band, que data de 1917, no es precisamente una obra de arte, pero su valor radica en ser el inicio de un profundo cambio en la historia de la cultura. Del mismo modo, la expansión de la radio a lo largo de la década de 1920 implica que la gente ya no tenía ni siquiera que estar cerca de un gramófono para escuchar música. Y es precisamente ahí donde nace el concepto de “mito del jazz”. La mayoría de estas estrellas son estadounidenses negros, pero si el jazz fue alguna vez una forma de música étnica pura – lo cual duda un número cada vez mayor de expertos -, justo es decir que ya hace tiempo que ese patrón pasó a la historia.
En primer lugar habría que decir que con el paso de los años se convirtió en un idioma común para todos los norteamericanos y, por extensión, para el resto del mundo. Su atractivo era tan fuerte que incluso los intentos más severos por reprimir el fenómeno se vieron abocados al fracaso.

En muchas ocasiones se ha afirmado que el jazz ha recorrido en un siglo la misma distancia que la música clásica en varios, desde la raíz más folclórica hasta el postmodernismo. Los medios de comunicación aceleran la difusión de ideas y, por tanto, el curso de la historia.

A día de hoy podemos afirmar que la evolución de este género se conforma de esta manera: Nueva Orleans y Dixieland en las dos primeras décadas del siglo XX, el swing de la década de 1920 y 1930; el bebop y su legado en la década de 1940 y 1950; el free jazz de la década de 1960; el jazz – rock de la década de 1970 y toda la mezcla posterior hasta hoy en día.

ARRIOLAKO JAZZ – BLUES JAIALDIA

En aquella primera edición del festival de jazz allá por 1990 (el blues entró a formar parte del título del festival en su segunda edición), invitamos a Pio Lindegaard junto a Mario Negrete al piano, para que impartiera una conferencia sobre la historia del jazz, y así el público se acercara, al menos a un nivel teórico, a estos estilos musicales.

Desde entonces han transcurrido 27 años y son más de 150 los grupos que han actuado en nuestro modesto festival, por lo que podemos afirmar que somos uno de los más veteranos en la programación de jazz y blues en Euskal Herria, lo cual supone tener un público fiel y agradecido que disfruta con este tipo de música.
El criterio de programación, como es habitual, tiende a mantener el equilibrio entre el jazz y el blues así como entre la contratación de grupos del extranjero y de Euskal Herria.

Que la gente disfrute con el estilo que ahonde en su sensibilidad o que despierte sensaciones es una de nuestros objetivos y el acicate para seguir organizando este festival. Nos vemos en Noviembre, como siempre.